Pues si señor, ahí lo tenéis uno de los lugares donde solemos subir a entrenar por un circuito que tenemos diseñado y que no me gusta que suba la gente y ataje por ciertos sitios, como un día vea a alguien se le cae el pelo aunque no tenga, ja, ja, ja, ja.
Antes de nada quería comentaros algo a nivel personal sobre este majestuoso castillo que tenemos en nuestra villa, que nos observa desde su situación privilegiada, para un servidor ha sido un lugar muy especial, tengo que decir para empezar que he vivido en la calle Isabel la Católica un montón de años y a sido un lugar donde subíamos a jugar con las famosas pistolas de fulminantes por todos los alrededores, corriendo y subiendo y bajando por todas las cuestas para que no nos "matasen", ahora los chicos juegan a lo mismo pero desde el sofá de su casa, vamos que cuando bajábamos ya para casa nos metíamos unos bocadillos de nocilla, chorizo o lo que nos pusiera nuestras madres, para recuperar las fuerzas y al día siguiente, más de lo mismo.
Es un sitio tan especial para mí, que cuando por diversos problemas por los que he pasado he tenido la necesidad de llorar, el castillo ha sido mi testigo y mi amigo fiel al que le he confiado multitud de problemas y secretos.
De hecho la he dicho a mi mujer que cuando me muera, que me queme y las cenizas las esparza por todos los alrededores de este bello monumento.
Recuerdo que desde muy joven cuando empezaba a hacer deporte, me subía a mi hermano Miguel a hombros y subía la cuesta que hay entre el cuartel de la Guardia Civil y los famosos pisos del cementerio, cuando le bajaba tenía las piernas dormidas, ojo que el mozo cada vez pesaba más.
Pero bueno creo que todos tenemos algún lugar especial donde refugiarnos con nosotros mismos para intentar solucionar la gran cantidad de problemas que tenemos a lo largo de nuestra vida.
Vamos a retomar lo que en realidad es el tema de esta nueva entrada del blog, que es el circuito y las aventuras que hemos vivido y viviremos, por muchos años en compañía de mi grupo de "amigos".
La verdad es que cuando subimos, sabemos de sobra que nos vamos a dar una buena paliza, aunque vayamos a un ritmo tranquilo, el circuito es muy exigente pero también tenemos unas vistas espectaculares (si tenemos fuerzas para ver), pero bueno como nosotros decimos que "lo que no mata fortalece" y "antes morir que perder la vida", tenemos por costumbre subir sobre el mes de septiembre, nada más acabar San Antolín de esta forma vamos metiendo cuestas como base para el comienzo de la nueva temporada, al realizar las cuestas sobre un circuito los entrenamientos aunque duros se nos hacen más llevaderos que sobre una sola cuesta y si hablamos de las batallas que hemos tenido pues ya lo bordamos, hemos tenido grandes duelos entre gran número de corredores que han subido con nosotros, pero el que siempre se lleva el gato al agua (como de costumbre), no es otro que Javi El Tenso, el tío entra a todo lo que se mueva por delante, es como los perros de presa, doy fe de ello porque como siempre voy en el pelotón de atrás, pues tenemos buena visión de todas las batallas que se han vivido cada vez que hemos subido.
No quiero aburriros mas, solo comentaros que valoro mucho que subamos un grupo de amigos con diversos niveles de forma a entrenar y que lo hagamos durante muchos años, ahí estaremos al pie del cañón.
Con el paso de los años, seguiremos subiendo aunque nos tengamos que ir apoyando en la cachaba y con la boina, ja, ja, ja, ja.
Os dejo unas fotografías del circuito por donde corremos, os las pongo en orden por si alguno se atreve a entrenar por este impresionante y majestuoso lugar secreto.
